Por: Alejandro Perugorria*
Con la transformación digital en general y la expansión del lugar de trabajo digital en particular, el mundo experimenta un aumento de diversos tipos de ciberataques.
Estos se definen como actos intencionados llevados a cabo desde una computadora con la finalidad de interrumpir o dañar un sistema, una red, un programa o unos datos. Pueden ocurrir de muchas maneras y ser realizados por cualquier persona con conexión a Internet.
Las consecuencias de un ciberataque van desde pequeños trastornos hasta grandes catástrofes, dependiendo de lo que se haya atacado y de su gravedad.
Por ejemplo, podríamos sufrir un un acceso no autorizado a una computadora personal con la finalidad de sustraernos nuestros datos o bien un ataque de mayores consecuencias a una infraestructura critica, poniendo así en riesgo, nuestra sistema de salud (VER NOTA COMPLETA).
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