mayo 9, 2025

La importancia de conocer el Sistema de Inteligencia.

Por Alejandro A Perugorria

Cuando hablamos de inteligencia en Argentina, tristemente asociamos la palabra a un periodo de nuestra historia el cual merece un capítulo aparte que para muchos debe ser sometido a una revisión, pero no es motivo de este artículo.

Muchos actores de nuestra sociedad, hablan de inteligencia abordando el tema y relacionándolo, solamente a cuestiones políticas generando así, un debate en la sociedad que la lleva a cuestionarse si el sistema de inteligencia, es o no de utilidad para nuestro país.

Lamentablemente la Argentina cuenta con una larga trayectoria de servicios de inteligencia fuera de control, trayectoria en la cual periodistas, políticos, funcionarios judiciales, empleados públicos, ONGs, movimientos sociales y otros se vieron involucrados por operaciones que tienen origen en diferentes acciones de organismos de inteligencia que han desviado su misión principal, para servir a los intereses de un gobierno y no del estado Nacional.

La problemática asociada a los servicios de inteligencia no es menor y por tal motivo, debe ponerse el tema en la agenda del estado, a los efectos de reorientar el rol del Sistema de Inteligencia y la capacitación de sus integrantes.

Un poco de antecedentes.

Históricamente, los estados han realizado inteligencia. En su novela “EL Agente Secreto”, (1) escrita por Joseph Conrad, y publicada en 1907, el autor relata la historia de un agente secreto en gran Bretaña, que, durante el año 1886, se encuentra involucrado en una trama secreta de espionaje, en la cual se encuentran involucrados altas esferas del gobierno.

En el libro La Organización de los ejércitos (2), el escritor Juan José Palao Vicente aborda el tema de La organización de la inteligencia militar y de los servicios Secretos en el ejército Romano y menciona textualmente que “La recopilación de información ha sido una de las principales funciones de todo ejército de cualquier época. Los mandos militares fueron conscientes desde muy pronto de la necesidad de investigar al enemigo para obtener ventaja en el campo de batalla.

El ejército romano no fue una excepción al respecto, como muestran los testimonios que presentan a las tropas romanas realizando este tipo de labores desde época temprana.

Las transformaciones asociadas a la instauración del principado por Augusto acabaron afectando a la larga a algunas de las funciones del ejército romano en este campo. La aparición de un poder autocrático y unipersonal llevó aparejada la necesidad de vigilar a la sociedad, una labor de la que se encargaron determinados integrantes del ejército romano”.

En el conocido libro “El Arte de la Guerra” (3), escrito por el famoso estratega militar chino Sun Tzu, que data del siglo V a. C.   y de lectura obligatoria en muchas de las academias militares del mundo, el autor, subrayó la importancia de los agentes de inteligencia y el espionaje para llevar adelante el esfuerzo bélico.

La Guerra Fría es un periodo de la historia reciente muy tentador a la hora de usarlo como material de película y del cual surgieron muchas novelas sobre espías.

El gran atractivo que tiene para la ficción es ese entorno de misterio y oscuridad que encierra a un periodo de la historia en el que dos grandes bloques (EEUU y URSS) se enfrentaron durante décadas en un conflicto ‘secreto’ y ‘silencioso’.

Las actividades relacionadas con el espionaje fue una de las más demandadas durante este enfrentamiento que tuvo lugar entre los Estados Unidos, y el bloque comunista, liderado por la Unión Soviética desde 1945 hasta la caída del Muro de Berlín en 1989 y el golpe de estado en la URSS en 1991.

Durante este periodo ambos bloques utilizaron las actividades de espionaje y contraespionaje como principal elemento para conseguir información o en su caso, para generar campañas de desinformación que permitiera desviar y confundir a sus oponentes.

La ya desaparecida KGB, por parte del bloque comunista y la CIA, (EEUU) aún existente cobraron un papel preponderante y determinante a la hora de la toma de decisiones, por parte de las altas esfera de ambos gobiernos.

Cabe mencionar, que la falla en los sistemas de inteligencia de muchos países del mundo, han dado muestra de diferentes ataques producido por organizaciones criminales, tal es el caso del 11-S o el reciente ataque cibernético a varias áreas del gobierno de Australia, entre ellas la salud, educación e infraestructuras críticas.

Sin culpar en forma directa a un país, el gobierno australiano sostiene que existen pocos países con capacidad de llevar adelante ese tipo de ataque, entre los cuales figuran China, Rusia e Irán.

Podríamos, así, mencionar innumerables ejemplos del uso y empleo de los servicios de inteligencia.

¿Porque debemos hacer inteligencia?

Los medios de obtención de información y técnicas aplicadas por el Estado para fines de Seguridad y Defensa, son tan antiguos como el estado mismo.

El llamado Secreto de Estado se constituye en un factor principal de la protección estatal.

Mantener en secreto los planes de lucha contra la criminalidad interna y las políticas de defensa nacional que previenen de posibles ataques externos es vital para garantizar todos los temas relacionados con la Seguridad Nacional y ha sido uno de los grandes desafíos de los estados.

Ahora bien, a la inteligencia no le interesa únicamente los temas de seguridad interior (inteligencia Criminal).

No centra su foco únicamente en la desarticulación de bandas criminales, incautación de drogas, y otras organizaciones similares.

Aunque lo mencionado es parte de su quehacer, su campo trasciende a todos los temas relacionados con la Seguridad y la Defensa Nacional, es decir, todos lo que tiene relación con el desarrollo estratégico de la Nación en defensa de sus habitantes como así también de los intereses permanentes del estado.

Es aquí, cuando entra a jugar un rol muy importante como un órgano más del sistema de Inteligencia, la existencia de la Inteligencia Militar.

Dada la actualidad, en la cual las nuevas tecnologías y herramientas empleadas para atentar en contra de un estado nación (ciberataques, el uso de imágenes satelitales, Big Data, Machine Learning y otras), como así también el avance del crimen organizado transnacional, TOC, por sus siglas en inglés (Transnational organized crime), los organismos de inteligencia Criminal e inteligencia Militar, deberían reformular sus roles, ante estas nuevas amenazas.

Trabajar como un todo, sería parte de la solución, pero no la única, aunque lo veo como algo utópico.

Es por ello que resulta esencial institucionalizar procesos de unificación y potenciación de todo el sistema de inteligencia nacional desde el propio estado, en orden a una articulación planificada y articulada con los diferentes actores del sistema.

Conociendo el Sistema de Inteligencia Nacional.

Argentina posee un sistema de inteligencia cuya organización, concentración de facultades, dependencia directa del poder ejecutivo, y ausencia de controles dentro del aludido ámbito, se contradice en muchas de sus actividades con lo que establecen las leyes regulatorias y debe ser sujeto a modificaciones.

A lo largo de los años, y pasando por diferentes acrónimos CIDE (1946-1956) SIDE (1956-2005) SI (2005-2015), hasta su actual denominación AFI, varios de los gobiernos han intentado llevar adelante la reestructuración del sistema de Inteligencia, para que juegue a su favor y no pensando en una clara estrategia de Inteligencia Nacional, aunque ninguno, ha logrado el resultado esperado.  

Las reformas realizadas por la Ley N.º 25.520 (5) y Ley N.º 27.126 (6), no lograron modificar las malas costumbres de los diferentes organismos integrantes del sistema y las destinadas a controlar se aplicaron parcialmente o simplemente no se aplicaron, se incrementaron en ambos casos las facultades del principal organismo del Sistema.

La presente ley de inteligencia nacional (Ley N.º 25.520), tiene por finalidad establecer las bases jurídicas, orgánicas y funcionales del Sistema de Inteligencia de la Nación.

En su artículo 2 del Título primero punto 5, denomina como Sistema de Inteligencia Nacional al conjunto de relaciones funcionales de los organismos de inteligencia del Estado Nacional, dirigido por la Secretaría de Inteligencia a los efectos de contribuir a la toma de decisiones en materia de seguridad exterior e interior de la Nación.

En marzo del 2015, fue promulgada La Ley N.º 27.126 que dio lugar a la creación de la AFI (ex SIDE) y modifica algunos artículos establecidos en la ya manipulada Ley N.º 25520. Además, le agregó al sistema, la facultad relativa a la producción de inteligencia criminal sobre los delitos federales complejos de narcotráfico, terrorismo, trata de personas, tráfico de armas, ciberdelitos, delitos contra el orden económico y financiero y contra el orden público y constitucional, con medios propios de obtención y reunión de información.

Siendo la inteligencia criminal otros países desarrollados institucionalmente materia de la policía y de organismos de inteligencia criminal integrados por policías y por analistas, no dependientes del Sistema de Inteligencia propiamente dicho, por el contrario, en nuestro país se asignaron funciones de inteligencia criminal a la AFI, organismo altamente cuestionado desde su creación por la realización principalmente de actividades de inteligencia relacionada al campo de la política interna.

Los Organismos del Sistema de Inteligencia.

No haré mención en este punto a las funciones y responsabilidades del Sistema de Inteligencia, como tampoco al sistema de reclutamiento y capacitación de sus cuadros dado que el mismo está bien especificado en las leyes regulatorias, pero si a la organización actual del sistema.

El artículo 6 de la Ley 25520, establece que son organismos del Sistema de Inteligencia Nacional:

1. La Secretaría de Inteligencia.

2. La Dirección Nacional de Inteligencia Criminal.

3. La Dirección Nacional de Inteligencia Estratégica Militar.

Siendo la Agencia Federal de Inteligencia, el organismo superior del Sistema de Inteligencia Nacional, el cual dirigirá el mismo, abarcando los organismos que lo integran.

Por el componente militar, La DINIEM (Dirección Nacional de Inteligencia Estratégica Militar) dependiente del Ministro de Defensa, de conformidad con lo establecido en el Artículo 15 de la Ley 23.554, Tendrá como función la producción de Inteligencia Estratégica Militar.

Por su parte, la DINIC (Dirección Nacional de Inteligencia Criminal), dependiente de la Secretaría de Seguridad Interior (Actual Ministerio de Seguridad), tendrá como función la producción de Inteligencia Criminal.

El reciente decreto, (Decreto 214/2020 DECNU-2020-214-APN-PTE – Ley Nº 25.520. Modificación) (6.), establecido por el Poder ejecutivo Nacional da lugar a la intervención de la AFI, y una vez más por medio de la resolución administrativa 411/20 (7.) ordenada por su interventora, se dispuso reestructuración de este sistema tan cuestionado.

Conclusiones

Hablar de Inteligencia en nuestro país, genera en muchos actores temores, odios y rencores por la connotación misma de la palabra asociada a una época oscura de nuestro país y por el mal empleo del uso de la Inteligencia con fines no asociados a la producción de Inteligencia Estrategia Nacional, en pos de la defensa de nuestros intereses más vitales y de la seguridad de los integrantes de nuestra nación.

Es necesario contar con una estrategia de Inteligencia, que permita contribuir a las buenas prácticas del ejercicio de esta disciplina.

Por tal motivo es imprescindible poner en agenda la reforma del sistema de inteligencia, a fin de generar consensos que permitan diseñar un sistema útil , creíble y con legitimidad en el tiempo.

La información debe ser veraz y oportuna, a fin de brindar el mejor asesoramiento en los altos niveles de la conducción Nacional y favorecer la toma de decisiones , como también la generación de políticas públicas de Seguridad y Defensa.

Por eso, es “importante conocer los sistemas de inteligencia” su historia el funcionamiento, y orientar las reformas en base a los objetivos de inteligencia concretos definidos por la nación, en el marco de un estado democrático.

AP.

Referencias

  1. Joseph Conrad – El Agente Secreto – Editorial Methuen Publishing – 1907
  2. Juan José Palao Vicente – La organización de la inteligencia militar y de los Servicios secretos en el ejército romano – Del Libro LA ORGANIZACIÓN DE LOS EJÉRCITOS – Tomo I – Madrid 2016 –
  3. Sun Tzu – El Arte de la Guerra
  4. Ley 25520 – Ley de Inteligencia Nacional – Diciembre del 2001
  5. Ley 27126 – Creación de la AFI – marzo del 2015
  6. Decreto 214/20 – Marzo del 2020
  7. Resolución Administrativa 411/20 – AFI
  8. Modelo Argentino de Modernización del Sistema de Defensa – Ministerio de Defensa – 2009

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