Por Paula Quiroz y Francisco Sánchez *
Cada convenio entre el MOP y el Ejército de Chile, ejecutado a través del CMT, representa un enorme despliegue de capital humano y maquinarias. Su principal tarea es ejecutar obras de beneficio público, facilitando la conectividad de zonas aisladas y de difícil abastecimiento logístico, siendo un aporte en la disminución de las fronteras interiores.
El CMT, a pesar de la crisis sanitaria producto del COVID19, terminó con un positivo balance el 2020, continuando con sus labores de conectividad en sus cuatro Subjefaturas en Arica, Puerto Montt, Coyhaique y Punta Arenas.
Es así, que durante el primer semestre del 2021, continuará con los trabajos de conectividad en el camino desde Puelo hacia Paso El Bolsón, en su Etapa X, que incluye la construcción de 7,4 km de camino para unir las localidades de Llanada Grande, Primer Corral y Segundo Corral con el resto de la Región de Los Lagos.
Este proyecto, que tiene aproximadamente una longitud de 91 km, de los cuales 74 se encuentran construidos, es ejecutado por la Subjefatura Zonal CMT “Puerto Montt” y se inició en el año 1994 en el sector de Puelo, con el objetivo de conectar el Valle de Río Puelo con la Carretera Longitudinal Austral (Ruta 7), permitiendo a los colonos de esa zona, sacar sus productos hacia las ciudades de Puerto Montt y Osorno, generando nuevos polos turísticos y sacando del aislamiento en forma segura y definitiva a los lugareños del sector de Segundo Corral, Lago Inferior y Lago Roca.
En forma paralela, se contempla la construcción del puente “Primer Corral”, que cruzará el Río Puelo con una extensión de 60 metros a través de un puente mecano de doble vía, que permitirá dar conectividad terrestre.
En la Región de Aysén, se iniciarán los trabajos de la construcción del Camino Lago Verde-La Tapera, Etapa I, trayecto que unirá a las localidades de La Tapera y Lago Verde, pertenecientes a la misma comuna, las que a pesar de estar separadas sólo por 79 km, debido a su abrupta geografía, obliga a sus habitantes a recorrer más de 270 km para estar comunicados, a través de la Ruta 7. La obra que contempla la construcción total de 79 km de camino, iniciará sus faenas en la primera etapa con una longitud de 12 km y la instalación de un puente de 60 m sobre el Río Cáceres. Este proyecto, permitirá reducir de manera significativa los tiempos de traslado, mejorando la calidad de vida de sus habitantes, quienes a diario deben sortear muchas dificultades para llegar a los centros poblados y de abastecimiento y que han esperado durante más de tres décadas, la concreción de esta gran obra.
CONVENIOS ACTUALES EN EJECUCIÓN
Durante el año 2020, se continuaron los trabajos en la SJZ CMT “ARICA”, donde se realizaron las obras de Reposición y Mejoramiento de la Ruta B-15, sector de Ollagüe, con un avance de 13,1% a la fecha, otorgando conectividad con los principales centros urbanos y rurales de la Región de Antofagasta y Tarapacá.
En Puerto Montt, se llevaron a cabo las labores de conexión vial de la Ruta 231-CH, acceso norte Lago Espolón, con un avance de 36,4% al día de hoy.
En la Región de Aysén, los avances a la fecha son de un 55%, permitiendo con ello dar continuidad al camino que va desde Cochrane-Pasarela Río Tranquilo y su proyección a lo largo del Lago Brown, para posteriormente, llegar a la frontera con Argentina.
Finalmente, en Punta Arenas, existen dos frentes de trabajo, el camino Estancia Vicuña-Yendegaia, con un 47,9% de avance al norte del denominado Afluente Río Toledo-Río Cóndor y el otro por el sur, con un avance de un 80% en el sector de Caleta 2 de Mayo, en ambos las condiciones de aislamiento y la adversidad del clima son factores determinantes en el avance de los trabajos, construyéndose durante el 2020 un total de 5 km.
ABRIENDO CAMINOS, CONSTRUYENDO FUTURO
Con ese lema, esta unidad técnica del Ejército, ha entregado esperanza y ha concretado sueños de chilenos que durante décadas han estado aislados debiendo desplazarse por peligrosas huellas para llegar a su destino. “El Cuerpo Militar del Trabajo ha mejorado la calidad de vida de pobladores que habitan los lugares más alejados y con condiciones climáticas extremas, a través de la construcción de caminos, otorgando una conectividad terrestre más segura y sustentable y participando activamente en el desarrollo de cada región”, sostiene el Jefe del CMT, GDB JEAN PIERRE IRRIBARRA FLORES.
En este contexto, destaca el rol fundamental que realiza el Ejército de Chile a través del Cuerpo Militar del Trabajo, mediante los distintos convenios que se desarrollan en los puntos más extremos del territorio nacional: “La conectividad, para las personas en estos lugares, tiene un gran valor, no sólo representa acortar sus tiempos de viajes y mejorar su calidad de vida, sino ser integradas social, cultural y económicamente al país”.
En estos sesenta y ocho años, esta Unidad ha sido un actor relevante en la contribución del desarrollo e integración del territorio nacional. Actualmente, es un organismo en pleno desarrollo y con gran proyección. Su presencia se ve reflejada en las múltiples obras ejecutadas desde Arica por el norte hasta Tierra del Fuego en la zona más austral del territorio nacional. “La excelencia en la ejecución de los proyectos encomendados, ha hecho posible que trascendamos en el tiempo con fuerza y energía, contamos con años de experiencia que avalan nuestras obras y estamos preparados para asumir nuevos y mayores desafíos”, concluye el Jefe del CMT.
VISIONES ESTRATÉGICAS E IMPACTO EN EL DESARROLLO NACIONAL
La conectividad e integración territorial del país es una cuestión y obligación del Estado y sobre esta se sustentan una serie de consideraciones geopolíticas y geoestratégicas que son incorporadas en la toma de decisiones por los gobiernos al momento de proyectar, planificar y ejecutar una tarea de la más alta relevancia para el interés nacional.
En ese contexto los sucesivos gobiernos de Chile, en las últimas décadas, han materializado una serie de obras terrestres destinadas a lograr la conectividad que en forma progresiva y con dificultades, ha permitido integrar y, llevar con ello, algún grado de desarrollo para aquellas zonas que se encuentren más aisladas o espacios vacíos del territorio nacional.
Para esta magna tarea del Estado, existen actores clave, como lo son el Ministerio de Obras Públicas (MOP), órgano que asesora al Presidente de la República y juega un rol fundamental en materias de infraestructura vial y la Subsecretaria de Desarrollo Regional y Administrativo (SUBDERE), dependiente del Ministerio del Interior y Seguridad Pública, que vela por contribuir al desarrollo de los territorios, fortaleciendo su capacidad de buen gobierno, en coherencia con el proceso de descentralización.
En particular, el Ejército de Chile desde hace más 60 años ha estado presente a través del Cuerpo Militar del Trabajo (CMT), en aquellas zonas aisladas y extremas sin conectividad, denominadas fronteras interiores, coadyuvando a la acción del Estado mediante la ejecución de obras viales, construcción de caminos de penetración, puentes y aeródromos, entre otros, los que después de un cierto período y conforme a los estudios y seguimiento sobre un mayor poblamiento, apoyo estatal, desarrollo de actividades productivas y turismo, van adquiriendo mayores estándares para transformarse en caminos de doble vía, pavimentados y carreteras como las que se pueden observar en el territorio nacional. Los resultados del CMT, ejecutor de obras viales contratadas por el MOP, se traducen en números importantes. En efecto, al 31 de diciembre de 2018 se había construido 1.807 km de caminos (Un 41,7 % del territorio continental) longitudinales y transversales, estos últimos permiten unir y conectar diversas localidades aledañas.
Particularmente en la Zona Austral, comprendida en las regiones de Aysén y Magallanes, la participación del Ejército data desde el año 1927 cuando se inician los trabajos de apertura de la senda entre la ciudad de Punta Arenas y Puerto Natales, distantes a 248 kilometros.
Es de esta manera, según lo planteado por el investigador del Centro de Estudios e Investigaciones Militares Coronel (R) Marco Maturana Mena, “Los factores geográficos por si solos no permiten tomar decisiones, por ello se abordarán dos conceptos, la geopolítica y la geoestrategia, muy interrelacionados y que tienden a mezclarse y/o confundirse. Para simplificar lo señalado, se considerarán los que generan más consensos entre los especialistas”, complementando que “Cabe destacar la importancia de ambos conceptos, porque permiten comprender sus alcances e identificar donde radica el nivel de decisión cuando se trata de temas tan relevantes como la integración, conectividad y desarrollo territorial del Estado.”
De esta manera la geopolítica, trata de las relaciones de poder y de las consideraciones geográficas que influyen en la evolución y desarrollo del Estado (un enfoque político). Entonces podemos inferir que un objetivo geopolítico nacional sería el impulsar el desarrollo de las zonas más aisladas y extremas, sin conectividad aún. Un ejemplo, la Zona Austral de Chile.
Zbigniew Brzezinski, plantea que la “geopolítica refleja la combinación de los factores geográficos y políticos que determinaban la condición de un Estado o región y que enfatizan el impacto de la geografía sobre la política”.
Por tanto, es posible afirmar que la geopolítica aporta información para las decisiones políticas del más alto nivel, vinculadas al desarrollo nacional. La geoestrategia, en cambio estudia la influencia de los factores geográficos en las decisiones estratégicas generalmente relacionadas con la defensa nacional7 (un enfoque militar), vale decir se relacionan los problemas estratégicos con los factores geográficos. Los estudios parten con la identificación de los factores geográficos y su respectiva valorización del escenario para alcanzar los objetivos políticos del Estado.
Un objetivo geoestratégico podría estar dado por el empleo de los recursos y capacidades del Estado (incluye los medios de la defensa nacional) para desarrollar la infraestructura vial, de tal forma de lograr la conexión terrestre de las zonas aisladas, su integración y el desarrollo territorial, generar incentivos para su poblamiento e inversiones privadas, bienestar, educación y salud, lo mínimo que esperan sus habitantes.
De esta forma, una reflexión lógica nos indica que es absolutamente necesario fortalecer la presencia efectiva en aquellos territorios o zonas aisladas, despobladas y gestionar con los medios del Estado (poder nacional) su plena integración y vinculación con el país y el desarrollo.
En su artículo “Conectividad e integración territorial austral, una decisión geopolítica del Estado, un Ejército polivalente al servicio de la obra”, el Coronel (R) Marco Maturana Mena sostiene que “Respecto a nuestra área de interés, la Zona Austral, cuya parte importante se encuentra aún sin conectividad, es preciso señalar que comprende territorios de las regiones de Aysén del General Carlos Ibáñez del Campo y la de Magallanes, como lugares alejados de los centros de abastecimientos y zonas cordilleranas de difícil acceso”.
De esta manera es importante vislumbrar los efectos de la conectividad vial alcanzada , vinculados a las diferentes áreas de misión, como son el Desarrollo Nacional y presencia del Estado, Seguridad e Intereses Territoriales , además de la función Defensa, pudiendo enunciar como principales impactos de este accionar:
– Una mayor integración y sentimiento de pertenencia de la población y facilidad para los desplazamientos, generando un incremento del intercambio de bienes y servicios entre los habitantes.
– Fortalecimiento de la soberanía territorial y actividad del Estado en beneficio de poblados dispersos y desconectados, como también de los espacios vacíos para ocupación nacional, desarrollo territorial y proyectos de inversión.
– Aumento de la cohesión e identidad nacional en ciudadanos chilenos que deben cruzar la frontera para recibir los servicios y elementos de subsistencias que el Estado no puede entregarles al vivir lejos y sin conexión.
– Generación de nuevas relaciones comerciales, turísticas y movimientos poblacionales, nacionales e internacionales, con polos de atracción que crean las condiciones para la búsqueda de un mayor bienestar, salud e igualdad.
– Aumento de las iniciativas de minería al existir accesibilidad mediante la construcción de caminos de penetración que ofrecen oportunidades para estudios y prospecciones especializadas.
– Las obras viales realizadas por el arma de ingenieros del Ejército, de la cual se nutre el CMT, han permitido un permanente y real entrenamiento para el personal de Oficiales, Suboficiales y Empleados Civiles durante muchas décadas, situación que incrementa sus niveles de alistamiento y capacidad para interactuar y apoyar a la población de esas zonas aisladas.
(*) Francisco Sánchez – Historiador, Magister en Cs. Militares y Planificación Estratégica
Paula Quiroz – Periodista